El nombre "protestantes" se comienza a utilizar hacia los partidarios de las ideas luteranas de la Reforma en Alemania a raíz de su protesta y resistencia a los edictos imperiales que intentaban buscar la uniformidad religiosa de Alemania.
Al principio, la Iglesia Católica no dio demasiada importancia a las ideas de Lutero, ni a sus ataques contra la doctrina de salvación por las obras, pero muy pronto tuvo que reaccionar ante las noticias que llegaban de Alemania, de que gran parte de la gente estaba desafiando el dominio de la Roma Papal.
Lutero expuso su doctrina ante el mismo Carlos V, pero este no quedó convencido por Lutero y, en cambio, hizo una declaración de lealtad y fidelidad a los principios de la Iglesia Católica ,La dieta terminó y Lutero se dispuso a regresar a Wittenberg.
Lutero muere en 1546 mientras Carlos V preparaba en Alemania una campaña contra la liga de Esmalcada, defensora del protestantismo. Carlos V se vio obligado a aceptar las condiciones de los nobles rebeldes y en 1555 firmó la paz de Augsburgo. Según esa paz, cada príncipe alemán podía profesar la religión que quisiera sin que el emperador lo pudiese impedir. Finalizaba así el sueño de Carlos V de mantener la unidad religiosa en sus dominios.
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